
La Venus del Espejo, Diego Velázquez
Las mujeres somos predecibles. Gestos, actitudes y reacciones se van repitiendo desde siempre, independiente del origen y la educación de cada una. Somos un mensaje lleno de claves tan sencillas que basta con conocer a una para conocernos a todas...en el macro... ¿Por qué le resultará tan difícil a ellos descifrarnos?
Termino 'El Revés del Alma' de Carla Guelfenbein y, aunque las tres mujeres que protagonizan la novela tienen mucho de mi y de otras que me rodean, me quedo pegada en un episodio muy humillante para la que lo vive.
Cata ha malinterpretado los gestos de un amigo de su hija y comienza a revivir porque el tipo, supuestamente, se está enamorando de ella. Por supuesto que la verdad es totalmente distinta y, una vez pasada la fantasía, se da cuenta de lo patética que ha sido.
La historia coincide con una mía y no puedo menos que pensar en Cata (no, no me he enredado con ningún niñito) y en lo universal de la 'pasada de películas'.
Un amigo me hace llegar la letra de una canción de mi ex, donde habla de recordar a una mujer. Por supuesto pienso que es para mi, que fui tan importante para él como lo fue para mi y eso...después de la novela, retomo la letra de la canción y leo entre líneas...la verdad es totalmente distinta- o eso parece, la situación jamás se cerró- me doy cuenta que, no sólo no es para mi, sino que a quien le escribe es PROBABLEMENTE la mina que lo 'consoló de mi ausencia' cuando se fue a vivir fuera de la ciudad con sus hijos...
Entonces pienso en lo predecible de todo (sí, también ellos).
Entonces pienso en lo predecible de todo (sí, también ellos).