miércoles, 15 de noviembre de 2006

Variaciones sobre el mismo tema



Uno nunca sabe cuándo y dónde va a cruzarse con una motivación. Disfrazada de movimiento o persona, nos toca sutil pero violentamente, invitándonos a la búsqueda de algo que, hasta entonces, parecía no despertar mayor interés en nosotros. Y ahí vamos, entregados a la aventura espectacular que significa abrir puertas y descubrir otras realidades.

En 1997, la Pía Barros me convenció de viajar, con todos los integrantes de su taller literario, a México. El cambio nos favorecía así es que, a todas luces, era una muy buena oportunidad para recorrer, comprar libros y relajarnos un rato en medio de tacos y margaritas. La verdad es que, más que el país, me gustaba la idea de ese viaje en grupo. Las veces en que estábamos juntos, se daba una dinámica tan entretenida que perdérselo no era una opción.
Una semana antes de la partida, el editor de la Pía sufrió una embolia cerebral y ella desistió del viaje entregando la plata que había destinado para el mismo, a la que, pocos días después, sería la viuda del editor. El hombre propone y Dios dispone, dicen.

De los cuarenta inscritos, sólo cinco salimos rumbo a D.F. una noche de septiembre, en esos vuelos baratos que hacen escala en todas partes (podría escribir cientos de posts con las anécdotas que vivimos).

No puedo decir que la ciudad me cautivó desde el principio, pero sí que los colores, los aromas y su gente comenzaron a dejar huella en pocas horas. No sé a cuántos buses de turismo nos subimos pero en el recuerdo quedan miles de imágenes.
Cholula, un pueblo hermoso con más de trescientas iglesias y una pirámide bajo la que se puede transitar por un pasillo no apto para claustrofóbicos; Taxco, la ciudad de la plata y las casitas con sus balcones floridos, las calles de adoquines y los pintores; Teotihuacan, donde llegas al cielo subiendo las pirámides del Sol y de la Luna. En fin, una serie de lugares llenos de historia.

En D.F. el Zócalo es otro sector imperdible donde toda la revolución está retratada, en el palacio de gobierno, con un mural increíble de Diego Rivera y donde respiras las civilizaciones antiguas en el aire.

La Casa Azul

En Londres 247, delegación Del Carmen, Coyoacán, DF se encuentra La Casa Azul. En este lugar nació Frida Kahlo. Aquí se recuperó de la polio infantil, del accidente en un bus que la dejaría con serias secuelas el resto de su vida, y de los dolores del alma.

Caminando por los amplios espacios de la colorida vivienda, refaccionada como museo, uno puede imaginarse la vida de la pareja. La cocina- un lugar gigantesco para nuestros reducidos ambientes- seguramente era el centro de su actividad social (Entre los años 1937 y 1939, la casa fue refugio de los Trosky y del pintor André Bretón). El estudio destinado a la pintura de Frida conserva aun la silla de ruedas que debió usar durante gran parte de su vida.

Recorrer La Casa Azul, es enamorarse de la trágica historia de Frida. Algo hay de imán, probablemente parte de su energía, mantenida por los cientos de turistas que pululan por ahí recordándola, impidiéndole partir del todo.
En el patio, casi oscurecido por la vegetación, hay un pequeño anexo- no sé si fue construido después- donde se puede tomar café y comprar souvenirs.

12 comentarios:

Juan Solo dijo...

Siempre es interesante escuchar de tu país desde fuera. Siempre.

CAROLINA MENESES COLUMBIÉ dijo...

Querida mía, me llevas de la mano por esos lugares que siempre he querido conocer, algún día será.
Por lo que veo, Frida te toca el alma.

Un abrazote.

Barbaraza dijo...

Que lata más grande haberme perdido esa visita, por ignorancia nada más... espero volver y re-encantarme con ese país, maravilloso por lo demás..
Visitaste Xochimilco???
M-A-R-A-V-I-L-L-O-S-O.
Saluditos...
http://bsilva76.blogspot.com

Claudia Corazón Feliz dijo...

Que lindos recuerdos. Y que suerte.

Por ahora, adoro la comida mexicana.

Un beso.

Antonia Katz dijo...

Son misteriosos los caminos de la vida. Alguna vez conoceré México, pero moriré en España.

Un abrazo

Héctor Jorquera dijo...

este sitio esta cada dia mas notable, felicitaciones, y gracias además por llevarnos al otro lado del cielo, el mismo cielo. Abrazos desde el Sur "raro" (llueve en la tarde te mueres de calor por la mañana)

Roberto Iglesias dijo...

que bonito relato, hace tanto que no pasaba a empaparme de tus letras MARY...pero tu sabes, la pega y la pereza, hacen de las suyas en este añoso kaos.

un abrazo cordial para ti.
hasta pronto.

chica canifru dijo...

AAAAAAA que suerte yo quiero conocer alla.

mariasoledadsilva2@gmail.com dijo...

Que buen escrito acerca de todo lo que puede pasar entre medio de nuestros planes y las distintas cosas que pueden motivarnos.

Echo un poco de menos tu visión personal, mmmm aunque quizás la línea de tus notas y letras sea justamente comentar no más, pero igual extraño a la Mary de antes.

Besos

Andrée-Liz dijo...

Mis papás llegaron recién de México y quedaron fascinados.

Fueron a los mismos lugares que describes. A esas pirámides del Sol y La Luna. Me dijeron que era una buena escalada, pero la hicieron igual (tienen más de 60).

Estuvieron para el día de los muertos y sacaron fotos de todo lo que se arma en esa fecha. Qué hermosas calaveras. Un colorido impresionante.

Van a volver el próximo año.

Gracias por pasar por mi blog.

Un gustazo!

Eleonaí dijo...

Hola Mary:

Intensa tu narrativa. Pienso que al escribirla, caminabas por la Colonia -barrio- del Carmen en Coyoacán, y entrabas a la Casa Azul que fue de Guillermo Kahlo y Matilde Calderón, padre y madre de Frida. Luego de Frida y Diego.

Tu caminar llegó hasta el Zócalo, la gran plaza que ha atestiguado la historia de México, y entraste al Palacio Nacional, en sus escaleras y muros viste retratados los pueblos del Valle de Anahuac, los conquistadores, la Nueva España. La lucha por la Independencia, la Reforma Liberal de Juárez. La Revolución Mexicana. Frida pintada por Diego repartiendo fusiles a los obreros. México pintado por Rivera.

Que bueno que degustaste los tacos. Y el tequila en formato de coctel Margarita. ¡Salud Mary!

santolaya dijo...

hola interesante conocer la casa del artista y quedo bonito el blog