Pesadillas

Hoy, después de que se van los niños al colegio, decido dormir una media hora más. Programo el televisor y me sumerjo en mi cama. Parece que recién me he quedado dormida cuando se enciende el maldito aparato. Lo vuelvo a programar, media hora más. Como a la tercera vez, lo apago y me programo mentalmente para dormir profundo y despertar a la hora. Entonces sueño.

Estoy en el departamento de unos amigos, en el décimo piso, frente a la playa. De pronto todo se oscurece y comienza a temblar. Puedo ver como el cielo "va cayendo" sobre la gente en la playa que escapa desesperada porque el mar se recoge. Sé que es el fin del mundo y me aterra no tener a los niños cerca. Llega la mayor pero el más chico está en otra parte, con unos amigos. Tengo la seguridad de encontrarlo al llegar a Santiago pero lloro desconsolada.

He soñado mil veces con el apocalipsis pero esta vez tengo mucho miedo y no me puedo mover, todo me cuesta mucho.

Despierto con la sensación de haber llorado una eternidad. Siento esa humedad interna que se da por los sollozos. Enciendo el televisor para ver la hora y en pantalla aparece Lucho Jara...vestido de mujer. He vuelto.

¿Cómo?

Está claro que la comprensión de lectura del chileno medio es baja. La falta de interés por los libros ha sido ampliamente discutida por un millón cuatrocientas veinticinco comisiones de educación desde que tengo uso de razón. Es que de chicos resulta más fácil preguntar qué significa una palabra, a buscarla en el diccionario; leer un resumen a leer la obra completa y así se va formando el hábito del 'facilismo' que termina anquilosando el cerebro. Por lo mismo, no es raro que cuando se requiera - hablo del caso puntual del transantiago- pocos sean capaces de leer un mapa y seguir las intrucciones, total "preguntando se llega a Roma".

Nos quejamos de la poca "seriedad" del sistema, cuando somos los reyes de la improvisación. Ya sé que el tema va más allá de saber cómo llegar a cualquier lugar pero también es un punto que se ha puesto en el tapete a la hora de evaluar el cambio en el transporte en Santiago, entonces hay que ir despejando y jerarquizando los problemas.

Ayer tenía que estar a las 19:30 en la Dehesa. Creí que moría de sólo pensar en tomar metro y micro a esa hora, y no estaba segura de llegar a puerto. A las 18:00 horas tomé el metro, pocos minutos después (en la Escuela Militar) me subí al 'troncal' y luego hice la última combinación, donde esperé no más de cinco minutos. ¡¡¡Llegué al lugar de la reunión a las 19:15, tras haber hecho dos trasbordos y por $380 pesos!!!! No está mal (Sí, también estoy conciente de que la hora pick hacia el oriente es menos caótica que hacia el poniente)

Cuando volví a La Reina, lo hice en el auto de un par de gringos. Uno de ellos se bajó en Las Condes para tomar micro hacia otro lado sin nigún problema. Minutos antes les había comentado de mi "primera vez" en el sistema y de las aprehensiones de la gente en general a lo que la conductora acotó que parece que aquí no se usaban mucho los mapas porque no entendía la confusión de la población por el cambio.

No sólo estuve de acuerdo sino que confesé que había descubierto el trayecto gracias a mi comentario en la mañana en la casa de una amiga holandesa....claro, se me ocurrió decir que no tenía idea de cómo llegar en micro y ella partió corriendo a buscar el mapa (que yo ni siquiera tengo) y en un minuto me dijo "es muy fácil...tomas el metro, el 406 y luego el 09"....me sentí un poco tarada.

Otra historia...

Siempre he pensado que los artistas realizan un aporte fundamental al espíritu de la nación y me resulta extraño que siendo Chile un país de 'poetas' y creadores, se le de tan poca difusión al arte en general.

Con respecto a la música, que es el tema que me toca, si bien me resulta comprensible el sistema de alianzas estratégicas entre radios y compañías discográficas (trabajé un rato por ahí), no puedo entender que los independientes no tengan cabida. Y no sólo eso, nada que suene distinto la tiene. Entonces, salvo honrosas excepciones que difunden a los 'alternativos más conocidos' (raro eso), los artistas terminan escuchando una y otra vez sus álbumes en la casa y regalándolos a sus amigos. Luego, alguien del medio dirá de ellos..."es que no le han ganado a nadie"...Y ¿Cómo podrían hacerlo si no les dan la oportunidad de mostrarse? Nadie ama lo que no conoce. Lo he repetido hasta el cansancio.

Me dirán que uno puede hacer autogestión a través de páginas web y blogs y myspace y etc...pero ¿cómo llega la gente a tí si no te conoce?

Por eso, cuando pude elegir qué hacer en www.radiogalaxia.cl creé un programa que mostrara sólo música nacional de los más variados estilos, en lo popular. Y aparentemente no me equivoqué en mi teoría de que el público tiene derecho a elegir, pero teniendo acceso a las opciones. No me equivoco porque hay mucha gente que escribe y cuenta que está 'abriendo sus oídos' (voy a copiársela al canal Infinito...."aaabre tus oídooos"...je) , escucha nuevos sonidos y nuevos-viejos también y, fíjense que les gusta. Obvio, en la variedad está la diversión (¿te suena?)

En fin, el tema es que inicié un nuevo proyecto que quiero compartir con ustedes. Se trata de una página donde, semana a semana- dentro de mis posibilidades- daré a conocer datos, noticias y realizaré algunas entrevistas a músicos destacados pero, aparentemente desconocidos para el público en general. Digamos que está en 'marcha blanca' así es que las sugerencias son bienvenidas. Con respecto al diseño, aclaro que yo en esa área..."toco de oído".

Dénse una vuelta por aquí y me cuentan

Abrazos

¿Un día?

¡Felicidades, chicas!

Certeza

El Imperio de las luces, René Magritte


La luz no combate, se impone por presencia