viernes, 24 de noviembre de 2006

¿Todo es ficción?


Relativity, MC Escher


Hace poco, en mi antiguo blog, me referí a una lluvia de palabras. En ese momento había sido cautivada por las fantasías que estaban generando en mi ciertos textos que tuve la suerte de leer. No pasó mucho tiempo antes que me diera cuenta de que el poder de aquellas letras per sé era superior a la magia que el propio autor había querido poner en ellas. Lo que me atrajo, sin duda, fue mi propia reacción frente al texto.

Todos somos creadores de historias, imágenes y realidades. Con nuestros pensamientos, nuestra energía y nuestras palabras, vamos inventando y reinventado el cotidiano. De paso, interferimos en la vida de los demás dejando huellas que se acumulan en su legado energético. La mayoría de los grandes artistas ha trascendido porque, de una u otra forma, se convierte en espejo de las masas proyectando sus inquietudes y frustraciones. Nos vemos reflejados en ellos, nos conmovemos porque sienten lo mismo que nosotros, nos volvemos la unidad, el todo.

Cortázar, con su obra, despierta en nosotros la emoción del juego al borde de los límites que separan la realidad de la imaginación, nos sorprende a cada instante mostrándonos las infinitas posibilidades de una mirada, nos altera el curso de los días con palabras que ya no tendrán el mismo significado luego de haberlo leído; Borges nos sumerge en la tortura personal de sus laberintos, los que se vuelven universales a la hora de intentar revisar nuestro propio mundo. Sucede lo mismo con Maurits Cornelis Escher y René Magritte donde cada trazo final puede ser a su vez el principio de una nueva forma, revolucionando con ello la imagen que tenemos de la imagen y haciendo de la relatividad una sentencia; Neruda nos pasea por los sentimientos, por la belleza de lo simple, por la necesidad de la pasión en todas las áreas. Los rasgos de coleccionista obsesivo nos acercarán a él tanto como sus poemas.

Si vamos a la música, tanto en lo docto como en lo popular, la historia se repite. Sólo nos toca lo que asociamos con nuestros propios sentimientos. Así, Bach, por ejemplo, no fue ‘famoso’ en su calidad de compositor- sí fue conocido como virtuoso intérprete de clavecín y violín- hasta muchos años después de su muerte porque su música no se adaptaba a los cánones tradicionales. De haber vivido en la actualidad, sería considerado un artista ‘alternativo’. Sólo unos pocos habrían formado su corte de ‘fans’. Los ejemplos son incontables, voy a los que tienen un significado personal.

Pero ¿qué hay de verdad en toda esa creación? ¿Cómo han vivido realmente su historia los que la crean para nosotros? A veces, aquello que nos identifica tanto es parte de un mundo que el artista ansía y lo plasma en su obra sólo para que exista en esa dimensión. Llevarlo a la realidad sería casi un suicidio porque el temor a perder la magnificencia del sueño siempre está latente.

¿Qué porcentaje de ficción hay en nuestras vidas? ¿Con qué arte o pasión creamos el mundo paralelo que nos salva?
Que tengan un gran fin de semana.



20 comentarios:

Umma1 dijo...

Veo que te interesa el límite entre lo ficcional y lo real.
Estuve viendo la inclusión de Magritte.
Es un tema que me apasiona, no desde la literatura, sino desde lo cotidiano.

No creo que exista un mundo real, si uno concreto, con sus leyes, por el que planeamos con nuestra carga imaginaria. Y si esa carga interfiere en nuestras acciones diarias, en nuestra lectura de lo sublime y de lo vulgar, cómo no reinaría en las artes?

Nuestra vida está construida sobre un colchón de mitos y a medida que vivimos, nos liberamos de unos y fortificamos unos recién saliditos del horno.

En cuanto a la pregunta que me hiciste en mi blog, evidentemente no soy la persona que creiste. ?Lo resumo? Soy tauro. ;)

Saludos

CAROLINA MENESES COLUMBIÉ dijo...

Guau, qué buen post. Lo disfruté, gracias.

Vade Retro dijo...

La realidad y la ficción se conjugan a partes iguales.
Un beso, que tengas también tú un buen fin de semana.

Claudia Corazón Feliz dijo...

Qué buenos post. El anterior y este.

Personalmente no leo a Cohelo porque me aburre mucho (lo leí para ver que me parecía) y Harry Poto tampoco me entretuvo. Siempre trato de leer para opinar. La Marcela Serrano la encuentro última de fome y fácil de adivinar lo que viene después.

Ser snob en el arte me parece harto gil. Pero se da.

El Escher famoso mi hermana lo ama.

Buen finde también.

Sergio Meza C. dijo...

Por mi parte separo la vida en el mundo de las obras creadas, que ameritan un cierto estado especial para darlas a luz, y el mundo cotidiano de la vida apegada a las circunstancias externas que nos hacen reaccionar.
De alguna manera, entonces, estamos enfentados al mundo que nos rodea, y por otra parte nos dedicamos a intentar hacer mundo con nuestras creaciones; son dos estados diferentes y complementarios. El estar en cada uno por separado sin asumir el otro, de alguna manera es enajenante.
Buen fin de semana

Águila libre dijo...

Hola: Gracias por pasar por mi blog, ya me había dada por olvidada.

En cuanto a tu post, no he leído a ninguno de los autores que citas, pero si creo que uno toma de cada cosa una parte que la identifica.

Mi vida es una fantasía, si no fuera asi, no la viviría medianamente bien. Creo que los sueños que espero se hagan realidad me mantienen fuera de lo que no me gusta.

Muchos cariños,

María Paz

Muy Matrera dijo...

Yo ya no sé cuál es el límite de los que me rodea y menos aún de mí misma.
A veces me pasa que cuando escribo estoy en dudas terribles tratando de dilucidar entre que corrijo el texto, de qué es realidad y qué es ficción.
Cosa terrible si consideramos que todos e su justa medida y necesidad debemos tener una vida psicológicamente sana para poder resistir los avatares de la existencia.

Hernán Fco. dijo...

realmente te fuiste en la volá de lo divino, ¿Que hay de eso en nuestras vidas? ole, paso esta vez, es que hay tanto de todo...yo relato tb mis experiencias sin influencias de los vates y las divas, solo paranormales ( buuuuu)

Pipiolex dijo...

Ya lo sabes...
La realidad supera al arte... Pero el arte embasado nos supera a todos... Nada qué decir.

Un gato nos acaricia el pie y se va a jugar con su pelota... Nosotros nos quedamos acá mismo, esperando al gato o a la realidad que alcance el timbre de nuestra puerta.


Saludos desde Chile

Alvaro dijo...

Creo que hay una relación tan estrecha en lo que para cada uno es real o ficción. Hoy me he dado cuenta que vivo situaciones que antes solo ví en mi imaginación. Increíblemente mi ficción de antes se ha transformado en una realidad. Entonces, ¿existe una diferencia entre ambas variables?, ¿quién hace la diferencia?, ¿cada uno? ¿cuál es el límite?

No se si voy por el camino correcto. Hoy nada se la verdad.

Saludos.

El Navegante dijo...

Mary, dusfrutando aún tu inesperado y ansiado regreso a bordo,agradeciéndote tu bella compañía,te digo que me éncantó el lugar desde donde observas la creación.
Creo que cada uno hallará su propias respuestas, yo te cuento que trato, pero no puedo dejar de ser un soñador.
Fíjate que una vez soñé que nunca te habias ido de mi lado, y no me equivoqué.
Con la felicidad y el agradecimiento por tu regreso a bordo, te dejo este besito.

Eleonaí dijo...

Hola Mary

La imaginación, los sueños, llevados a la realidad tangible, como un escrito, una pintura, son el complemento de la realidad que vemos u oimos a diario.

Felíz fin de semana.

Andrée-Liz dijo...

Excelente post.

Es fascinante pensar qué lleva a una persona a convertirse en artista. Será sólo el talento? Porque de verdad pienso que tanto mi mundo como la de otros -incluidos los artistas- son igualmente complejos y llenos de dudas, temores, obsesiones, etc.

Por eso te leo y me siento identificada... pero no creo que sería capaz de escribir como tú.

elvenbyte dijo...

Es curioso. Hasta yo he tenido sueños de grandeza, por llamarlo así. Vivo pensando en dejar huella, de una manera artística, por supuesto. Huella ya estoy dejando sólo por comentar aquí, ¿no?

Blood dijo...

Desde mi egoísta punto de vista, creo que en muchos casos esto pasa por intentar entender el arte. Veo gente que clasifica, categoriza, enumera, etc., todas las expresiones artísticas, tratando de generar un ranking. Por otro lado otros que buscan mensajes, señales, detalles, interpretaciones; inclusive, quienes intentan hundirse en la realidad del artista para ENTENDER tal o cual obra. Pienso que cuando un artista crea algo, sea lo que fuere, no busca hacerse entender sino hacerse SENTIR, generar sensaciones o sentimientos en quienes lo aprecian. No importa mucho el límite entre el arte y la realidad física, sino lo que esa expresión causa en tí, independiente de cómo se llame el arte, el artista, o la sensación.

Saludos sangrientos

Blood

MentesSueltas dijo...

Si, creamos constantemente mundos paralelos, laberintos y senderos como una salida oculta. Creo que si, nos inventamos alternativas...

Excelente tema, gracias por hacerme pensar en ello.
Un abrazo

MentesSueltas

@lasnibat dijo...

Siempre me ha gustado esa imagen...

Al fin la encontré!

SalU2
T.

Pablillous dijo...

Mega estrella,

se supone que esos mundos paralelos nos ayudan a mantenernos sanos..

mejor preguntar..que porcentaje de fantasia hay en nuestras vidas

besos

Trauco dijo...

Nos pareció fabulosa la reflexión que haces en este post sobre el arte, entendiendo que la obra sólo puede existir en esa dimensión: la de obra de arte, y tratar de llevar a la realidad, un cuento de Cortázar sería, como tú dices, casi un suicidio. Y tú también dices: hay un temor de "perder la magnificencia del sueño que siempre está latente". ¡Chuta!

Pinkerton dijo...

Sólo añadir que Bach, fue mucho más conocido como organista que como intérprte de otros instrumentos. Su hijo Johann Christian fue conocido por su virtuosismo en el clavecín, especialmente en Londres donde incluso instruyó a Mozart.
En cuanto a su fama como compositor alcanzó la suficiente como para ocupar la mejor plaza de Leipzig y ser recibido por el emperador Federico el Grande en Postdam en 1747, haciendo que todos los músicos se pusieran de pie para recibirlo. Por tanto no me parece muy rigurosa la comparación con los músicos alternativos de la actualidad.